El ser mexicano de clases desfavorecida, en ocasiones implica luchar hasta el cansancio en un entorno cínico y corrupto.
Mujeres y hombres buscan empleo yendo y viniendo , deben escuchar muchas voces, llenar mucho papeleo y romper barreras... Lo más contraproducente, la timidez. 'La estructura' te intimida y se impone... Y el entorno es cada vez más selectivo y excluyente, a veces, parece inmutable y absoluto.
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Me ha parecido sorprendente el haber caminado tanto tiempo, viendo cómo el cielo se vuelve blanco y resistiendo al entorno impasible. La frialdad me ha llegado hasta los huesos...
12.21 /13 diciembre/12 Jueves
Camine por la fría mañana de aquel sol invisible, detrás del telar etéreo y blanco que era el cielo, alrededor de las 8.40 de la mañana. La niebla me rodeaba a cada paso; y la frialdad me helaba la piel al punto de quedar entumido, y... ¡el tiempo!,¡se me acababa el tiempo ytenía una cita de trabajo!... Iba de prisa por la avenida cruzando calles vacías, algo inusual por la hora, pero así era. Contuve el estremecimiento hasta qué una mujer de edad avanzada me preguntó dónde sacar el registro civil, para un niño que acababa de nacer.Yo no sabía que decirle hasta que ella misma se dijo la respuesta. No me demoró mucho tiempo y apresuré el paso
Finalmente la prolongación acabó y crucé aquella estructurapara mi cita de trabajo y ese Cine dónde por cierto también he dejado mi solicitud. [He mentido en casi todo lugar, por cierto, diciendo que tengo 17 años y estoy a punto de cumplir 18 el 25 de este mes, aunque de hecho apenas vaya cumplir 17].
Crucé el área de asfalto oscuro y ahogado en lluvia, para ir a la parte trasera y subir esas escaleras de fierro oxidado y maloliente. Esa puerta y esas paredes eran agobiantes, sentía que entraba a un reclusorio. Todo tan sucio y encerrado.
Al traspasar la puerta ancha crucé a otro mundo, entré a la industria, ó quizás al matadero... Todo era súbitamente calculado, la puerta se abría y cerraba con un timbre y un guardia que le custodia; la ventanilla, dónde los seres humanos lucían afligidos. Y lo rígido prevalecía en las paredes y pasillos blancos... Tal vez la única frivolidad no se encontraba en el aire de la ciudad estando en el exterior, y es que hay algo mucho más helado qué la bruma y más corrosivo que el hierro que se vence en lo impregnado de la escalera: la "Estructura".
En cuanto me senté y acudí a los departamentos que me indicaron, ¡le detesté!, deteste la forma de jerarquía, detesté a la institución, pero sobretodo, el cinismo.
Y es increíble lo que no se sabe que se encuentra detrás del servicio, seres miserables en muros mugrientos. Y a mis casi 17, no quisiera ser parte de la inmundicia de la que todos ansían, de la que todos ven cómo algo suculento. No se puede seguir viviendo de ese modo, es degenerativo.
Mientras respondía las pruebas, el tiempo se me hizo más tardío que todo, me tragaba lo grisáceo. Y esa uniformidad me azotaba, no era posible que alguien cómo yo lo tolerara, pero, ¡ya he andado en las redes de La estructura!, ¿cuándo es comencé a sufrirlo?.
| Tal vez fue desde que viví las primeras injusticias de la transición de adulto joven, en cuanto han intentado destruir mis ideales, obligandome a olvidar mis planes de salir de mi ciudad plana |
Y .... ¡Caí al infierno encumbrado en el mundo humano!, esas paredes blancas, gerentes caucásicos. Los indígenas afuera mendigando, y las damas de sociedad enfermizas. El empeño por ser lo que otros son, aparentar.
Y después de una hora (que creí realmente había sido mucho más tiempo) salí del enclaustro...
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Parafraseando a la politóloga Denisse Dresser, desde qué somos niños se nos educa para creer que vivimos en el mejor país del mundo, el más desarrollado de Latinoamerica, el más bonito y rico en cultura. Hasta el grado en que nos volvemos ultra nacionalistas y pronto se nos educa también para ser parte de la estructura, pero no para ser parte de la lid, sino para ser un subordinado más. Se nos destruyen los sueños y anhelos, aprendemos historias de victimas, nos volvemos apocados y obedientes, y se nos posiciona dentro del entorno, pero se nos prohíben desafiarle.
¿Es necesario ser parte de La Estructura para salvarnos a nosotros mismos?
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